100 años de Henry Kissinger. De enemigo declarado de los pueblos de América Latina a «demócrata»

100 años de Henry Kissinger. De enemigo declarado de los pueblos de América Latina a «demócrata»

No se engañen, Henry Kissinger estuvo por de trás de todas las maniobras sangrientas y dictaduras desde 1970. Conozcan su "curriculun".

Materia de Asamblea Constituyente Libre y Soberana

El 27 de mayo de 2023, Henry Kissinger cumplirá 100 años de edad y aún sigue activo opinando públicamente sobre la situación política mundial.

Henry Kissinger fue el principal organizador de los golpes militares de la década de 1970 en América Latina, principalmente la Dictadura de Pinochet.

Para entender esa política se hace necesario entender el contexto de la época.

Los Estados Unidos habían podido controlar las revoluciones en Europa, principalmente en Francia, Italia, Alemania y Grecia, que habían surgido por la desestabilización de la Segunda Guerra Mundial, en la década de 1950.

Acababan de ser derrotados en Vietnam, pero habían podido derrotar las revoluciones en casi toda Asia: Malasia, Filipinas, Indonesia, Japón, Corea del Sur, India, etc.

El caso de Indonesia fue el más contundente porque en 1965, los Estados Unidos promovieron un sangriento golpe de estado contra el gobierno nacionalista de Sukarno, que dejó entre medio millón y 1,2 millones de muertos, para ahogar en sangre la experiencia de “vía pacífica al socialismo”, que vendría a ser repetida con Allende en Chile, con resultados bastante parecidos en su contenido.

Los Estados Unidos contra América Latina y el papel de Kissinger

Después de la Revolución Cubana de 1959 y la relativa estabilización mundial, el imperialismo norte-americano pasó a enfocarse en controlar América Latina.

Para controlar la situación, entró con la Alianza para el Progreso, per junto con sangrientas dictaduras militares y con invasiones a países de la región, para ahogar en sangre el ascenso obrero y de masas.

En ese sentido, se destacaron la Dictadura Militar de Brasil (1964-1985) y la invasión de la República Dominicana, en 1965, tres años después del fracaso en Playa Girón, Cuba.

Las dictaduras militares empezaron relativamente suaves, con el dictador Castello Branco en Brasil, pero evolucionaron rápidamente para dictaduras sanguinarias conforme el ascenso de masas se aceleró, principalmente después del Mayo Francés de 1968, el Cordobazo argentino de 1969 y la heroica resistencia de los pueblos de Indochina, que habían generado un fuerte ascenso de masas.

Kissinger no actuó sólo. Lo que lo caracterizó fue su permanencia en la cúpula del poder político del imperialismo norte-americano durante varias décadas.

Mientras Kissinger imponía el pinochetismo en América Latina, fue el principal organizador de la aproximación de los Estados Unidos y China, a principios de la década de 1970, direccionada en contra de la Unión Soviética.

En la década de 1980, Kissinger junto con el consejero de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski, elaboraron la intervención en Afganistán con la al-Qaeda de la época, y los ejes de la nueva política “neoliberal”, como continuidad de la política anterior.

Ellos fueron los responsables por la fuerte presión en contra de la Unión Soviética, por una parte de la política para imponer el llamado “neoliberalismo”, con los conceptos de la propaganda de que “ahora el socialismo había terminado para siempre”, que “la clase obrera desapareció”, “que somos todos ‘colaboradores’”, “que ahora es el reino de la ‘democracia’” y otras tonterías parecidas, pero que fueron asimiladas profundamente, a partir de la fuerte presión política e ideológica del imperialismo, por la izquierda mundial.

Sobre estas bases fue elaborada la política de guerra contra los pueblos del mundo que a partir de 2001 se llamó de “Guerra al Terror” y la política del Pentágono “Full Spectrum Dominance”, vigente hasta hoy y que implica en la dominación total del mundo por el imperialismo norteamericano, por tierra, aire, mar y ciberespacio.

En los últimos años Henry Kissinger se «convirtió» para una de las alas más a la “izquierda” de la burocracia imperialista norteamericana.

Él acusó al gobierno Biden de practicar una política totalmente equivocada tanto en relación a Rusia como en relación a China, tanto en relación a la guerra en Ucrania como en relación a la guerra económica contra China.

A pesar de eso, ahora dice que Ucrania debe entrar en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

La Moral y la Política

Henry Kissinger, como viejo burócrata del imperialismo, tiene una cualidad que debería servirnos con enseñanza política a todos los luchadores sociales y a los revolucionarios.

Él hizo lo que necesitaba ser hecho para defender los intereses del imperialismo.

De la misma manera que él no se inmuto con las torturas y los asesinatos genocidas en América Latina, tampoco estuvo de acuerdo con la política guerrerista actual del imperialismo.

La moral (pequeño burguesa) no combina con la política, en el sentido de que la lucha por el poder, o por mantener el poder, debe ser hecha de manera muy objetiva cuando se relaciona con políticas públicas, como ya lo enseñaba Nicolás Maquiavelo en su famoso libro “El Príncipe”.

La “izquierda” corrupta actual y también la izquierda adaptada actual están integradas principalmente por grupos pequeños burgueses, de las camadas medias de la sociedad.

La clase media es un clase social decadente, que es parte de residuos de la Edad Media, en una época en que la religión estaba integrada al estado, y que tiene como una característica principal justamente el moralismo pequeño burgués (lo malo y lo bueno, en vez de los intereses materiales en disputa), la mezcla entre valores morales (pequeño burgueses) y la política relacionada con el poder político.

En estos momentos difíciles para los trabajadores y los pueblos oprimidos de Chile, de América Latina y del mundo, los luchadores sociales y los revolucionarios tenemos el deber de hacer análisis objetivos para trazar políticas que ayuden a organizar las movilizaciones populares.

En Chile, concretamente tenemos el deber de aplicarle una nueva derrota al sistema de conjunto, que quiere imponernos una “nueva” constitución pinochetista, manteniendo todas las estructuras vigentes que datan desde la Dictadura genocida de Pinochet, y que es peor que la constitución actual, liderada por los Republicanos de Kast.

El gobierno Boric y la “izquierda” oficial corrupta perdieron toda la vergüenza y se muestran abiertamente como enemigos del pueblo chileno.

¡YoVotoEnContra!
¡Por una #Ac #Libre y Soberana”

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