Joe Biden contra China y Rusia: Ucrania es el primero de muchos enfrentamientos por venir

Joe Biden, declaró este 3 de mayo de 2022 que el mundo se encontraba en un punto histórico, llegando a un “punto de inflexión que se presenta cada seis u ocho generaciones”, cuyo comienzo estuvo marcado por la guerra ruso-ucraniana que estalló el 24 de febrero.

Describió el conflicto como la primera «batalla real» en una supuesta lucha de civilizaciones que enfrentó al mundo occidental contra Rusia y China, e insinuó que se esperaban varias batallas nuevas.

Lo importante de esta “revelación” es que, se establece nuevamente que esta guerra no será la última. Sabemos ésto, no sólo a través de las varias intervenciones que han dado autoridades de los EUA, Rusia, China y de la OTAN, entre otros, si no por qué se entiende que el mundo está atravesando una de las mayores crisis de los últimos siglos, cuya única «salida» capitalista puede ser la guerra.

Observemos lo siguiente: se especula, con base en pequeños conflictos existentes, que:

Una guerra en el Estrecho de Taiwán podría ser la siguiente,
O en los mares del Este o del Sur de China,
O en el Golfo Pérsico.

Joe Biden declaró: “Las cosas están cambiando tan rápido que tenemos que tener el control”. Esto lo dijo a la par de la instalación de la planta de misiles producidos por Lockheed Martin en el estado de Alabama. Sabemos que la guerra de Ucrania no es más que la guerra contra Rusia, que a su vez es la guerra indirecta contra el principal enemigo de los Estados Unidos: China.

El envío de armamento a Ucrania, así como el de mercenarios y ayuda de inteligencia y contrainteligencia, no es algo nuevo, ni único de la guerra con Ucrania. Este tipo de acciones “sutiles” (que matan a millones y mueven cientos de miles de millones de dólares) es la forma típica de acción del imperialismo norteamericano.

No son especulaciones, como muchos sostienen, son hechos, y los mismos “señores de la guerra” lo dicen a gritos, esto es, únicamente por negocios. No importan las muertes, la destrucción, la inflación o la represión, lo único que interesa es que la economía se mueva para que no se desarme por completo este sistema económico opresor, el cual anda arrastrándose hace ya varias décadas.