¿Es China un país imperialista? (Explicación a la luz de la guerra tecnológica)

Una de las polémicas más importantes que existen hoy en los sectores de la izquierda es sobre si China sería un país imperialista o no.

De hecho, China es la potencia regional más importante que busca desarrollarse como una potencia imperialista. El impulso se relaciona con la agudización de las contradicciones capitalistas a nivel mundial y en la propia China.

Varios altos funcionarios del gobierno Biden han declarado que China es el desafío más peligroso para la dominación mundial por el imperialismo norteamericano.

Desde que China estableció sus dos políticas expansionistas principales, el imperialismo se ha preparado para enfrentarlas: el Nuevo Camino de la Seda y el Made in China 2025.

El segundo pilar tiene como objetivo aumentar la participación de China en el control de la tecnología.

Inicialmente tuvo algún suceso, principalmente en la tecnología 5G y en la Inteligencia Artificial.

El imperialismo impone la guerra de los microchips

Los Estados Unidos pasaron la Ley de los Chips y Ciencia en agosto de 2022.

El objetivo fue mantener el control sobre la alta tecnología y frenar los riesgos que China significa, a partir del fortalecimiento de la alianza con Japón, Corea del Sur y Taiwán.

La empresa china SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corporation) ya pudo desarrollar chips 7-nm, pero la taiwanesa TSMC ya produce en masa chips 3-nm y la surcoreana Samsung empezó también a producirlos.

Recientemente empresas muy importantes para el desarrollo tecnológico suspendieron las relaciones comerciales con China. Es el caso de Lam Research, Applied Materials y KLA Corporation, que controlan sectores importantes del proceso de manufactura de microconductores.

Lo mismo hizo ASML, la empresa holandesa líder en la fabricación de equipamientos para la manufactura de microchips.

De acuerdo con las sanciones impuestas por el imperialismo, quedan prohibidas las exportaciones a China de equipos de semiconductores norteamericanos, los cuales no están disponibles por otras empresas. Para herramientas y otros componentes, así como para cualquier producto que pueda ser usado para el desarrollo doméstico de microchips son impuestos rígidos controles y licencias.

El mercado mundial tiene dueño. Es un club cerrado controlado por las principales potencias imperialistas. Para tener el acceso a su corazón es preciso derrotar militarmente a las demás potencias, que inevitablemente defenderán su dominación.

La época del imperialismo es una época de guerras y revoluciones. Todo revolucionario serio debe prepararse para actuar en ese escenario.