¿Puede haber una guerra nuclear?

La propaganda de la burguesía dice que para evitar la guerra nuclear y la destrucción del Planeta, los trabajadores y los pueblos deben someterse a los designios de la burguesía imperialista.

Pero conforme la guerra en Ucrania ha avanzado queda claro que el uso de armas nucleares ha pasado a ser una realidad.

El gobierno ruso ha declarado que en el caso de que su existencia se ponga en peligro, usará armas atómicas “tácticas”. La prensa imperialista ha presionado en ese sentido.

¿Por qué? Porque la burguesía imperialista precisa de una gran destrucción para poder ganar un cierto tiempo extra en la reconstrucción. Al mismo tiempo, la guerra acelera el estado de shock de las masas, los estados de sitio y las cortes marciales.

La contención de los trillones de capitales ficticios/ especulativos se ha convertido en una tarea no solo titánica, sino también imposible de ser cumplida. Esos capitales solo aumentan, pues el parasitismo solo se acelera, y de ellos dependen las ganancias de todas las grandes empresas que controlan el mundo.

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¿La destrucción del mundo puede acontecer?

Definitivamente sí. Pero hay que considerar que los capitalistas y la burguesía actúan como personificación del capital, no como filántropos ni ecologistas. Ellos precisan y quieren salvar su sistema de dominación de la mayor crisis histórica.

Los efectos de la radiación provocada por las armas nucleares tácticas afectarían a Europa e incluso a Rusia.

La propia OTAN (Organización del Atlántico Norte) ha realizado pruebas para el uso de armas nucleares.

La negativa del imperialismo de que haya negociaciones con Rusia (cosa que el gobierno ruso tiene en el eje de su política) implica en que solo considera la derrota de Rusia, cosa que el gobierno Putin no puede admitir. En la práctica implica en una victoria/ derrota nuclear.

La anexación de parte de Ucrania por Rusia es una parte del problema de la guerra, que avanza de manera lenta. Pero la anexación de la mayor parte de Ucrania por el imperialismo es una realidad mucho más concreta.

Al mismo tiempo, debemos también considerar la posibilidad de que la escalada nuclear de la guerra pueda llevar a la fuerte desestabilización del capitalismo mundial, a un enorme ascenso de los trabajadores y a la victoria del socialismo.

En Europa, la movilización de las masas está en pleno desarrollo. Nuestra América Latina cada vez más se parece a un barril de pólvora.

¡No a la guerra imperialista!

¡No a la guerra nuclear!

¡Por la unión de todos los trabajadores del mundo!

¡Por gobiernos de trabajadores!